El otro día les contaba en historias que me encanta cada fin de año bajar todo lo que fui viviendo y buscar la forma de integrar y aterrizar bien los aprendizajes y los momentos vividos.
Las cosas que si, las cosas que no tanto, las cosas que definitivamente NO.
Todo, todo tiene lugar en este espacio que me gusta hacer medio ritualero.
Algo importante es que tampoco me gusta forzarlo,
sino que me gusta fluir y hacerlo cuando siento que es el momento.
Puede ser el mismísimo 31, puede ser en enero
o puede ser una semana antes como me paso este año.
El otro día senti que estaban dadas todas las condiciones para hacerlo, desde mi energía, hasta como ver que quedaba la nada misma para que se termine una velita que me estuvo acompañando este año.
Entonces me puse a buscar un recurso gratuito que me había guardado para hacerlo y no lo encontraba y me estaba re frustrando el momento hasta que se me aclaro el cerebro y me dije: "¿Por qué hacerlo en base a lo que diga otra persona? ¿Por qué no hacerte vos las preguntas sobre lo que VOS quieras saber y sacar de este año que paso? ¿Por qué no hacer bien propio este balance?
Y así fue, como empecé a pensar qué cosas quería integrar de este año.
Me empece a hacer esas preguntas precisas sobre lo que quería reflexionar y repensar.
Me di el lugar a registrar y hacer el balance a mi gusto, sin la presión de ponerle un juicio de valor,
sin la presión de que tenga que ser perfecto y completo,
sino con la fluidez y naturalidad de hacerlo propio.
Mis respuestas y conclusiones te las voy a compartir
en la próxima edición
del diario de pape que sale el 31/12 (chin chin por el 2022).
Pero hoy te quería compartir esas preguntas por si te sirven, por si es la primera vez que te vas a dar este espacio o por si no estabas tan inspirada o motivada a hacerlo.
Pero, como bien dije mas arriba, podes tomar esas preguntas como disparadores
y después hacerte vos las tuyas propias, pensar qué es lo que vos queres integrar.
¿Lista? Acá te comparto las preguntitas que me hice...