#Papereflexiona
Esta sección puede ser un poco extensa, pues me encanta reflexionar, repensar temas y compartirlos, asi que acá vamos...
Hoy:
Permitirse descansar y la ilusión renovada.
Antes de arrancar, quiero que sepas que de este lado del diario hay una taurina que disfruta mucho de los pequeños ~grandes~ placeres de la vida.
Nunca me costó mucho darme tiempos de placer, de disfrute, de descanso.
Pero, si es una realidad, que siendo emprendedora a veces cuesta un poco más habilitar ese espacio de desconexión al 100%, ese espacio donde realmente descansar sin pensar en nada que tenga que ver con el negocio.
Soy muy amante de mis rutinas, me encanta tenerlas, me encanta ponerme horarios para trabajar y cumplirlos, pero también me encanta ponerme horarios para descansar y cumplirlos.
Soy feliz armando planes, paseos, salidas, encuentros.
El 2022 fue un gran año para mí y si bien me trajo mucho equilibrio entre mi vida personal y laboral,
llegué a enero necesitando desconectarme de todo, al menos unos días.
Necesitaba esa pausa verdadera, esa pausa en donde no corra ni un solo pensamiento que tenga que ver con papeleando.
Justo se dio la oportunidad de ir unos días a la playa y si bien, no soy de las que aman el verano ni la vida de vacaciones en la playa, soy de las que aman con todo su corazón el mar y zambullirse a saltar olas.
Y creo que fue muy oportuno el tener unas vacaciones de ese estilo, donde el único plan del día sea tirarte en la reposera a mirar el mar, tocar la arena y leer abajo de una sombrilla.
Todo esto viene a que podamos permitirnos descansar, a que podamos habilitarnos ese espacio de desconexión con el mundo para conectar con una misma.
Pense que me iba a costar horrores no mirar instagram y que me iba a agarrar un ataque del FOMO, pero creeme que en ningún momento tuve esa necesidad de abrirlo, ni la ansiedad de saber qué es lo que estaban haciendo las 2500 personas que sigo o ver cuantas personas habían visto lo que subí.
Fue realmente un placer no tener todo ese coctel de emociones y sensaciones que a veces nos generan las redes, al menos unos días.
Hoy, a dos días de haber vuelto a casa, abrí nuevamente las redes y simplemente las abrí para subir las cosas que tenia que subir y la volví a cerrar. No quiero destinar todo mi tiempo y mi energía ahí.
Ojala me dure esta iniciativa.
Cuando volvía en el buque pensaba en esto del mes raro que es enero, o al menos lo raro que lo siento yo.
Porque por un lado está esa idea de ilusión renovada, esa sensación de tener ante nosotros una hoja en blanco para llenar de planes, proyectos y sueños. Pero por otro lado, está esa sensación también de dispersión, esas ganas de no hacer nada, de seguir abajo de la sombrilla leyendo un libro y tomando mates.
Y siento que enero en parte nos trae un desafío enorme: equilibrar y balancear esas sensaciones.
Empezar a bocetar en esa hoja en blanco todos esos proyectos que nos gustaría concretar, esos sueños por cumplir, esos planes por hacer. Y así mismo, permitirnos esos momentos de pausa, de descanso, que en definitiva son los que nos recargan las baterías para todo lo demás.
Hoy , mientras te escribo esto, fue un lunes muy lunes, un lunes de vuelta a la rutina, que me encanta, pero que aun asi me costó mucho sostenerla. Trate de no forzarla, de respetar esa lentitud que tuve hoy y de entender que a veces ese balance y equilibrio también necesita de un momento de adaptación.
Nose cuál sera tu contexto y tu situación de hoy, pero te invito a agendarte plancitos para vos, para descansar y para desconectar. Para vivir un enero quizás más pausado, pero lleno de ilusión.
* Te regalo una Pape feliz y desconectada en el mar*