Dediqué gran parte de esta semana a leer sus respuestas a la encuesta que les envié. Infinitas gracias a todas por abrirse y contarme su historia (si aún no la respondiste todavía estás a tiempo, hace click acá)

Si bien las experiencias pueden parecer completamente distintas, en la mayoría de los casos se repite la búsqueda de sentirnos bien en el “mientras tanto”. Me hizo acordar a esos 4 años, que les conté en un mail anterior, de Paula en modo crisis existencial.   Fue una larga etapa donde no sabía qué hacer en muchas áreas de mi vida. Lo único que quería era que “esto” pase pronto.

Quizás en tu caso , “esto” o “mientras tanto” puede ser decidir si seguir o no con una pareja, no saber cuál es tu propósito de vida o surfear los subes y bajas de la ola de cualquier proceso de sanación que estés atravesando.

Entonces, mientras las leía y recordaba mi propio “mientras tanto”, pensaba en que me hubiera encantado que alguien me diga en ese momento:

: “Podés sentirte en paz aquí y ahora. Aunque todavía no sepas, aunque tu realidad no sea la que esperabas, aunque duela y estés frustrada. Podés sentirte en paz con tu vida tal cual es en este preciso momento”

Porque lo cierto es que en medio de las crisis lo que más queremos es que se termine.  Hacemos cursos, vamos a terapias, leemos, lo que sea con tal de encontrar la respuesta que estamos buscando y por favor que sea lo más rápido posible.

Y ojo, no me malinterpreten, estoy 100% de acuerdo con esas búsquedas. Lo que les y me propongo es que sean búsquedas desde la abundancia y no desde la escasez. Desde el amor y no desde el miedo. Desde la paz y no desde la frustración.

Que sean búsquedas desde el presente y no desde el futuro. Encontrando plenitud (o lo más cercano a eso posible) mientras caminamos en la dirección de lo que sea que queremos resolver.

Si alguien me hubiera dicho que esto era posible les aseguro que hubiera disfrutado mil veces más el viaje.  Por eso hoy te lo comparto, quizás te ayude a cambiar la energía del tuyo.

¡Nos volvemos a encontrar el sábado que viene!

Beso grande, Pau.