Esta semana una consultante me decía que todo el tiempo estaba agotada. Y qué le sorprendía porque todas las personas con las que hablaba sentían lo mismo. Me súper resonó el tema porque estar agotada es últimamente mi modo de vida jajaja La verdad no me llama la atención. Trabajo, tengo un niño de 20 meses, hago gym y yoga, tengo 2 cuentas de IG, un marido, soy hija única, varias amigas atravesando desafíos importantes, 3 libros empezados en mi mesita de luz, un perro, estoy por cumplir 40 años, casi el mismo número de la cantidad de consultantes que acompaño cada mes, una lista de propiedades por visitar cruzando dedos de que llegue pronto con la que hagamos match, un podcast a media pila, este espacio que comparto cada sábado con vos… Y la lista sigue pero ya me abrumé asi que mejor la dejamos ahí jajaja

Lo interesante es que por ejemplo ella (mi consultante que abrió este tema y aprovecho para agradecerle la inspiración de este mail) tiene una vida bastante diferente a la mía. Pero las dos nos sentimos igual: AGOTADAS Entonces me puse a pensar que quizás el cansancio no es causado (solamente) por las miles de actividades que hacemos y los roles que cumplimos sino porque todas tenemos una relación tóxica. ¿Con quién? Con las pantallas. Celu, compu, tele…

Pensemos cuáles son algunas características de una relación toxica: - Dependencia emocional: sentimos que necesitamos a esa persona para ser felices y nos da ansiedad si no estamos cerca - Control, obsesión y adicción: queremos controlar lo que hace, donde y con quién está, uno tiene más poder que el otro. - Aislamiento social: nos enfocamos demasiado en esa relación y dejamos de lado otros vínculos - Manipulación: lograr que el otro haga lo que yo quiero mediante técnicas no muy saludables ni sinceras - Falta de límites: invasión en el espacio personal del otro. No se respetan los deseos de cada uno.

Ahora llevemos estos puntos a la relación con las pantallas: -Si no tenemos cerca el celu nos genera ansiedad. A veces yo lo llevo hasta para bajar a abrir la puerta de calle. -Ellas nos controlan a nosotras. Por ejemplo, las redes sociales o las series son las que deciden a qué hora nos vamos a dormir. Ni hablar de la compulsión constante por revisar el teléfono. -Levante la mano la que está hablando por WhatsApp en medio de una cena familiar o con amigos. También escucho casos en que prefieren no salir y quedarse en casa mirando Netflix -Nos espían, ya lo sabemos. Que aparezcan anuncios de productos que le contamos a una amiga que queremos es manipulación. -La falta de limites está de moda. No podemos dejar de scrollear. Es como si los dedos tuvieran vida propia.

, ¿con cuáles de estás caracteristicas te sentís identificada?

Todo este mail larguísimo es para decirte que para mí lo que nos drena la energía día a día es esta relación tóxica. Por eso te y me invito a revisarla, cuestionarla y mejorarla. Aprovechemos qué es sábado y busquemos momentos de desconexión para recargarnos ¡Gracias por estar del otro lado!

Beso grande, Pau.