El martes, mientras estaba en la sala de espera del dermatólogo, escuché una idea que me dejó pensando y por eso hoy la quiero compartir con vos.
Siempre es interesante encontrar inspiración en los lugares menos esperados, ¿no?
Para empezar, me sorprendió descubrir que en ese consultorio médico, en lugar de los típicos videos sobre tratamientos estéticos, estaban transmitiendo una charla TED. Aplausos para ese doctor! 👏
(Cómo ya las conozco me adelanto y les digo: no me pregunten que charla era porque no tengo idea 🙃)
|
Voy a decirles con mis palabras lo que me quedó resonando de lo que escuché:´
"Lo negativo que nos sucede tiende a teñir el resto de nuestra vida, mientras que lo positivo rara vez tiene el mismo efecto."
|
Por ejemplo, cuando atravesamos una crisis en nuestra relación de pareja, esa sensación de baja energía se arrastra a todos los aspectos de nuestra vida.
Salimos con amigas y, en lugar de disfrutar del momento, nuestras conversaciones giran en torno a las quejas sobre la relación.
En el trabajo, llegamos a estar súper desconectadas de los proyectos porque nuestra mente está obsesionada en el visto que nos clavaron en el último audio que mandamos.
Y así miles de ejemplos cotidianos. Cuando estamos mal lo arrastramos a todos lados.
|
Peroooo si estamos bien sólo lo delimitamos al cajoncito que corresponde. No lo esparcimos por todo el placard.
Es como si lo "malo" tuviera el poder de influir en todo, mientras que lo "bueno" se limita a un pequeño rincón de nuestras vidas.
Incluso cuando logramos compartir una buena noticia, como un ascenso en el trabajo, parece que su efecto positivo no durara tanto como el impacto de una noticia bajón.
En automático, sobredimensionamos lo “malo” y minimizamos lo “bueno”.
|
Nos acostumbramos a vivir en lo que se llama "pulsión de muerte", donde el miedo, el enojo, la culpa, la escasez y las quejas son las emociones dominantes.
En cambio, la "pulsión de vida", que abarca el amor, la gratitud, la confianza, la paz, el merecimiento y la abundancia, necesita un esfuerzo consciente para encontrarla.
|
, te invito a que intentes contagiar y compartir todo lo bueno que tenés, que vivís, que sos.. que te esfuerces en llevarlo con vos a donde quiera que vayas (si ES FUER CES, porque querida amiga, al principio no sale natural).
Aprender a poner el foco en el vaso medio lleno es una práctica cotidiana pero te aseguro, que cambia radicalmente la forma en que vivimos nuestras vidas.
|
¡Gracias por estar del otro lado! Nos leemos el próximo sábado.
Beso grande, Pau.
|
|
|