Me miró con cara de “nunca lo había pensado así” y les juro que sentí un cambio de actitud en ella.
Reflexionó un rato y finalmente eligió empezar por su salud. Me confesó que hace tiempo que quiere mejorar sus hábitos pero que lo estuvo postergando porque está muy cansada.
“Claro, es agotador criticar, juzgar y discutir casi toda la semana con quien dormís todas las noches.
En cambio, si vas a esa clase de yoga o a entrenar en vez de llegar a tu casa y chupar el ambiente toxico, es bastante probable que te sientas mejor con vos mismas.
Y sentirte mejor con vos misma es un gran primer paso para estar más segura sobre qué decisión tomar en tu relación.
Además, si te ponés las pilas y dejas de postergar las cosas que son importantes para vos, vas a fortalecer tu autoestima y autoconfianza. Dos puntos claves para vincularte con los demás desde el amor y no desde el miedo.
Si finalmente decidís separarte, vas a estar mejor plantada” Llegó la comida. Fin se la sesión.