Italia tiene un pedacito de mi poder personal. Lindo lugar para volver a buscarlo, ¿no?
Te cuento la historia…
En el 2019 me fui de viaje a Italia con mi marido. Hice lo que creo que todas hacemos antes de armar la valija: chequear el clima.
Y también hice lo que suelo hacer que es creerle al pronóstico.
El rango era de 18 a 25 grados. Caminando todo el día calcule más calor que frio.
Casi toda mi ropa era de veranito.
Olvide un gran detalle: soy una persona friolenta. No se cómo pensé que 18 grados y vestidito era una buena combinación.
Además, los 18 grados se convirtieron en 15 y menos también.
Cada mañana abría mi valija y no tenía muchas opciones. Hacia malabares para vestirme. Muchas veces no combinaba. Y otras me abrigaba como podía... (esta foto lo demuestra)