Es más, me atrevo a decirte que muchas de nuestras sombras (esos patrones propios que preferimos esconder bajo la alfombra) salen a la luz en ese tiempo de estar fuera de la rutina.
El cambio de escenario, las nuevas vivencias o las personas con las que compartimos esos días nos revelan cosas nuestras que estaban ahí pero no las veíamos.
Bueno, hubo mucho de eso en mis vacaciones.
En verdad, si me pongo a pensar, casi todos mis viajes tuvieron una mezcla de estos mismos ingredientes:
Expectativas no cumplidas. Sorpresas no esperadas. Sombras iluminadas.
Ah y me olvidaba de la visita de algún que otro patrón que ya creía superado.